Ok, me sitúo en un escenario completamente familiar, puedo decir que las líneas casi las sé de memoria sin ni siquiera haber ojeado el libreto, a diferencia que esta vez los personajes son diferentes.
Pero la trama (la misma) y mi drama (el mismo) ¿será que por eso no aprendo?
Y sí contarás una historia interesante, tal vez una muy buena historia, tanto que doy por asentado que es verdad, ingenua? tonta? crédula? llamémoslo que decido confiar y creer.
Basta con que lo crea no.
Aveces me gusta pensar que es un ciclo que pasa, otras veces pienso que las cosas así deben ser, otras tomo la batuta y armo una historia de esas que son dignas de contarse, y otras tantas solo quiero que no digan te lo dije.
A pesar de todo lo que va embonando me niego a ser asertiva a lo obvio; tal vez porque no quiero recoger los pedazos de mi misma, o porque no tengo el temple, o porque mis fuerzas (las que me quedan) se rehúsan a ser usadas en este caso en particular.
Qué vida tan fácil sería la que viniera envuelta con un instructivo, creo que para las personas con características similares a las mías nos funcionaria muy bien, dígamos que una especie de sección amarilla, esperando que esta si sea efectiva.
Sabemos también que no hay mal que dure cien años cierto? Pero en el trayecto de lo que dura el mal es cuando menos entendemos este dicho, no es sino hasta cuando las aguas ya nos llegaron al cuello, cuando ha llovido sobre mojado y cuando después de la tempestad se deja ver allá a lo lejos la calma, el sol, los buenos tiempos y mientras... hablaré en tercera persona ¿Qué has aprendido de todo esto Belén?
Belén ha aprendido a ser paciente acaso? a no estar en su zona de confort, o a ser lo suficientemente madura como para ponerle freno a situaciones que sólo están lacerando heridas que han tardado en cicatrizar.
O Belén sigue creyendo en los cuentos de hadas y aferrarse a la idea de que ver la vida positivamente es como mejor puede resultar.
Nada de eso, lo que ha aprendido verdaderamente es a no ser dueña ya de sí misma, optó por abandonarse cual bebé a su madre, en manos de ese que la conoce desde el vientre de su madre, de quién la conoce perfectamente, que se ha convertido en su psicólogo de cabecera, su amigo incanzable y su amado protector... Dios.
Hoy querido lector (a) ando un poco o un mucho gay, tal vez sea por el clima, bastante nublado y sombrío, o porque suelo tener días así, quién sabe pero una extraña sensación me dice que todo estará bien, basta que cierre los ojos y respire lento y profundo, uno puede recordar y "volver a vivir" pero lo que es cierto es que no se puede vivir de recuerdos por siempre, hay que vivir para tener recuerdos por siempre.
Los invito a que hagamos lo que verdaderamente vale la pena, después de todo Dios nos creó para amar y ser amados, ¿Qué vas hacer tu hoy?
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