¿Les ha pasado que sienten como si no pertenecieran a un lugar, y por más que tratan de encajar no es posible? A mí tampoco. Ajá.
Es como ir nadando contra corriente, como si fueras una cascara de cacahuate en el mar, arrastrándote de un lado a otro, sin parar en ningún lugar. Y cuando uno cree encontrar a la persona correcta o indicada para compartir algo más que unos besos y platicas aderezadas con excelentes vinos, resulta que no haz aprendido absolutamente nada.
Porque estás justo en donde nunca creíste estarlo y sin embargo te toca chutarte un papel que tu mismo decidiste tomar, la vida entonces se resume en esto: Una constante toma de decisiones, que a fin de cuentas hasta que no ves la consecuencia y el efecto sabes si fue buena o mala. Pero resuenan preguntas constantes una tras otra, ahí están corren rápidamente y es como si fuera una inmensa bola de nieve que cada vez se hace más y más grande, y de pronto te aplasta, porque no sabes qué es lo realmente real, y qué no lo es.
Y de pronto ahí estábamos juntos otra vez. Lo cual mantiene una constante, una línea recurrente que no se sabe si va a dar vuelta, si subirá o bajará o simplemente se detendrá, línea que depende de las acciones y actitudes que uno toma. ¿Alguna vez han tenido que agarrar valor para decir algo que saben perfectamente que van a cambiar las cosas? yo lo hice y creo que no salió tan bien como creí, alguien me dijo una vez que se tiene que estar preparado para los diversos escenarios que la vida te presenta, y conocer tu realidad; está el mejor, el peor y el que no esperaste y a decir verdad a mi me vino más este último. Había bebido el suficiente vino como para mantener fuera de mi el equilibrio, lo suficiente también como para haber alegrado el corazón y agarrar "valor" para enunciar aquello por lo que había estado luchando que no pasara, sumando lo que percibo, creo y sé de el. Supongo que había sido un día difícil y el cansancio lo tumbó al compás de un estado de relax emitido por aquel tinto, estaba segura que no cambiarían las cosas por el sólo hecho de decirlas.
El se sentó a mi lado y embonó perfectamente conmigo, comenzaba a disvariar por el sueño y por el vino, mientras yo le acariciaba el rostro, dije que era una buena persona y que cumplía muy bien sus obligaciones, te admiro, te respeto, alcanzó a vociferar unas palabras que apenas entendí "ah sí, y ¿porqué lo piensas?" dijo, mientras yo contestaba se fue durmiendo, podía sentir su respiración, sabía que estaba ahí indefenso y completamente dormido sentado ahí a mi lado, cuando le dije que lo amaba, sé que no me corresponderás, pero no importa, quiero que lo sepas y jamás te haré daño, me gusta verte sonreír me llena de alegría saberte pleno y seguro de ti mismo, no pretendo traer más problemas a tu vida y entonces le di un beso en la frente y me fui, tan rápido como pude.
Seguramente el no recuerda todo esto, pero lo sabe. Sabe que soy esa persona que no debió nacer en un país tercermundista y que se equivocó de época, sabe que voy a lograr lo que me proponga, sabe también que soy la que grita, sueña despierta, cuestiona, y admira su persona. Seguramente sabe que saco su lado crazy, y simple, así como sabe que si se queda llegará un momento que no se podrá ir y no porque no pueda, si no porque no va a querer. Y lo mejor o peor, sabe que lo quiero por cuanto es, no por cuanto pueda llegar a tener, sabe que lo amo y ambos sabemos que le asusta. Ojalá fuera esa mujer que el necesitara, esa que le ayudará a ser mejor persona y reír de la nada.
Esta historia nunca se escribió, y este punto y coma se convirtió en punto final.
Es como ir nadando contra corriente, como si fueras una cascara de cacahuate en el mar, arrastrándote de un lado a otro, sin parar en ningún lugar. Y cuando uno cree encontrar a la persona correcta o indicada para compartir algo más que unos besos y platicas aderezadas con excelentes vinos, resulta que no haz aprendido absolutamente nada.
Porque estás justo en donde nunca creíste estarlo y sin embargo te toca chutarte un papel que tu mismo decidiste tomar, la vida entonces se resume en esto: Una constante toma de decisiones, que a fin de cuentas hasta que no ves la consecuencia y el efecto sabes si fue buena o mala. Pero resuenan preguntas constantes una tras otra, ahí están corren rápidamente y es como si fuera una inmensa bola de nieve que cada vez se hace más y más grande, y de pronto te aplasta, porque no sabes qué es lo realmente real, y qué no lo es.
Y de pronto ahí estábamos juntos otra vez. Lo cual mantiene una constante, una línea recurrente que no se sabe si va a dar vuelta, si subirá o bajará o simplemente se detendrá, línea que depende de las acciones y actitudes que uno toma. ¿Alguna vez han tenido que agarrar valor para decir algo que saben perfectamente que van a cambiar las cosas? yo lo hice y creo que no salió tan bien como creí, alguien me dijo una vez que se tiene que estar preparado para los diversos escenarios que la vida te presenta, y conocer tu realidad; está el mejor, el peor y el que no esperaste y a decir verdad a mi me vino más este último. Había bebido el suficiente vino como para mantener fuera de mi el equilibrio, lo suficiente también como para haber alegrado el corazón y agarrar "valor" para enunciar aquello por lo que había estado luchando que no pasara, sumando lo que percibo, creo y sé de el. Supongo que había sido un día difícil y el cansancio lo tumbó al compás de un estado de relax emitido por aquel tinto, estaba segura que no cambiarían las cosas por el sólo hecho de decirlas.
El se sentó a mi lado y embonó perfectamente conmigo, comenzaba a disvariar por el sueño y por el vino, mientras yo le acariciaba el rostro, dije que era una buena persona y que cumplía muy bien sus obligaciones, te admiro, te respeto, alcanzó a vociferar unas palabras que apenas entendí "ah sí, y ¿porqué lo piensas?" dijo, mientras yo contestaba se fue durmiendo, podía sentir su respiración, sabía que estaba ahí indefenso y completamente dormido sentado ahí a mi lado, cuando le dije que lo amaba, sé que no me corresponderás, pero no importa, quiero que lo sepas y jamás te haré daño, me gusta verte sonreír me llena de alegría saberte pleno y seguro de ti mismo, no pretendo traer más problemas a tu vida y entonces le di un beso en la frente y me fui, tan rápido como pude.
Seguramente el no recuerda todo esto, pero lo sabe. Sabe que soy esa persona que no debió nacer en un país tercermundista y que se equivocó de época, sabe que voy a lograr lo que me proponga, sabe también que soy la que grita, sueña despierta, cuestiona, y admira su persona. Seguramente sabe que saco su lado crazy, y simple, así como sabe que si se queda llegará un momento que no se podrá ir y no porque no pueda, si no porque no va a querer. Y lo mejor o peor, sabe que lo quiero por cuanto es, no por cuanto pueda llegar a tener, sabe que lo amo y ambos sabemos que le asusta. Ojalá fuera esa mujer que el necesitara, esa que le ayudará a ser mejor persona y reír de la nada.
Esta historia nunca se escribió, y este punto y coma se convirtió en punto final.
Comentarios